miércoles, 1 de febrero de 2017

IOT (internet de las cosas)






Es un concepto que nació en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Se trata una revolución en las relaciones entre los objetos y las personas, incluso entre los objetos directamente, que se conectaran entre ellos y con la Red y ofrecerán datos en tiempo real.

Jean-Louis Gassée ha escrito un artículo interesante en el Monday Note, hablando del problema que surgirá con mayor probabilidad: hacer frente a los cientos de aplicaciones que habrá para controlar esos dispositivos personales. Existen múltiples enfoques para resolver este problema, uno de ellos es la llamada “Interacción predecible” donde las decisiones se tomarán en la nube independientemente y predirán la siguiente acción del usuario para provocar alguna reacción.

Esto puede resultar en un problema de innovación, pero al mismo tiempo supone una ventaja para las empresas pequeñas ya que pueden adelantarse y crear nuevos diseños adaptados al Internet de las cosas.

La proyección de crecimiento de dispositivos IoT ha sido exponencial, y se estima que para el año 2020 habrá 50,000 millones de dispositivos conectados en todo el mundo. Este crecimiento puede hacer que el tema se seguridad de los datos sea una situación más crítica ante la falta de procesos que aseguren la integridad y encriptación de los datos.

Los datos que guardan los dispositivos IoT son altamente codiciados debido a que son de uso cotidiano y almacenan información acerca de los hábitos de los usuarios, por lo que contar con esas bases de datos es valiosa para varias empresas, que pueden dirigir sus esfuerzos en productos y servicios enfocados en los hábitos y preferencias de las masas. Lo que podrá ayudar a aminorar el problema, será el cifrado y la encriptación de datos, para poder subir los datos a la nube.

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